Los conos de oxígeno se utilizan para introducir y mezclar un oxígeno en el agua para los peces. Se utilizan tanto en circuitos cerrados como en los estanques de circulación.
El agua dentro del cono proporcionada por las bombas de circulación se mezcla con el oxígeno suministrado desde un recipiente separado. La presión máxima que se produce no supera los 2 bares. La presión de suministro de oxígeno no debe ser superior a 2 bar.
Al recibir una corriente de oxígeno, el agua se desplaza en dirección vertical hacia la base del cono, donde se mezclan (método de autosaturación), provocando la oxigenación molecular óptima.
En un siguiente paso, el agua oxigenada se traslada a través de tuberías, opcionalmente asistidas por un sistema de bombas de circulación, a las piscinas de cría.
En una piscifactoría, los conos de oxígeno se colocan tanto al lado de la pileta con los peces como en el interior de la pileta, de acuerdo con el principio generalmente aceptado de que si se pretende acortar el tiempo de transmisión se reduce la energía consumida y, por tanto, se mejoran los indicadores económicos de la cría.
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